SOBRE EL SIGNIFICADO DE JUGAR

“LOS JUEGOS DE LOS NIÑOS DEBERÍAN CONSIDERARSE COMO SUS ACTOS MÁS SERIOS”

MICHEL DE MONTAIGNE

Basta con observar (con los ojos del cuerpo y del alma) a un pequeño jugando (no importa el escenario, no tiene que ser perfecto:  El cuarto de juegos, el parque, el patio trasero, la sala de espera que desde el protocolo adulto requiere sobriedad, la banca de la iglesia, la banqueta, la parada del bus, la cabeza de la abuela que invita a la experiencia, los brazos de papá que llegan a la luna, el vientre de mamá que siempre recibe, si no hay más, bastan sus manos) para presenciar la magia cobrando vida a través de la IMAGINACIÓN, la CREATIVIDAD y la FANTASÍA, luego entonces comprender su valor,  significado y  trascendencia para la  formación del SER.
 

Muy cercano a su nacimiento y hasta sus primeros años de vida, el bebé lleva a cabo un ejercicio lúdico a través del cual se DESCUBRE a sí mismo, en un primer ensayo, un juego simple y centrado que le permitirá  EXPLORAR hasta poder llegar al otro. ENCONTRAR el mundo de los objetos que le demandará  nuevas y avanzadas habilidades motrices y abstractas en las que habrá como ganancia madurez, logra entonces desplazarse y hacer CONTACTO. Ahora el niño más autónomo, cuenta también con lenguaje. Es capaz de TRANSFORMAR  a partir del deseo y  de INTERACTUAR a través de la representación y la imitación de papeles. El niño en etapa preescolar CREA seres imaginarios, construye mundos. En su juego logra ya descargar emociones, desplazar situaciones, interiorizar valores y finalmente a jugar con el otro.
 

Llegando a primaria jugar permite el gozo de interactuar con los iguales, se genera la posibilidad de INTEGRARSE a sí mismo desde sus relaciones interpersonales. Aparece la asignación de papeles, normas y reglas. Entonces el niño puede ENTENDER, PERTENECER e INTEGRARSE, desde la capacidad para ADAPTARSE sabiéndose valioso, único, seguro y amado.

El JUEGO  es por tanto “cosa seria” es el acto natural, espontáneo y genuino a  través del cual el NIÑO se forma y se conecta con el mundo. Esencial para su sano desarrollo mental, afectivo, físico y social. JUGANDO se divierte,  experimenta placer, aprende y conoce el mundo. Forma su personalidad, cuando sea necesario será su refugio y para algunos su salvación. Logra pasar de la relación consigo mismo a la relación con el otro. Se abre la posibilidad para la construcción de la comunidad y la relación social. Donde el niño VIVE Y ES.

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Para los que ya crecimos… 

¿Qué historias nos contamos?

¿Qué mundos creamos?

¿Qué superhéroe te permito descubrir tu poder y ser tu mismo? 

¿Cuantas aventuras libramos en nuestro mundo interior?…

Laura Alba Sánchez

Agosto 22 2020