VÍNCULOS. ENGRANES AFECTIVOS EN LA CONSTRUCCIÓN HUMANA.

¿Qué es esto que me aprieta el pecho?

¿Mi alma que quiere salir  a lo infinito, o el alma del mundo que quiere entrar en mi corazón?

Rabindramath Tagore

Recuerdo a papá escuchar atento y conmovido el sonido generado por su reloj después de haberle dado cuerda. Entendí con el tiempo sobre la existencia  de este pequeño objeto, la manifestación de una obra de arte  que habría necesitado las manos de un artesano para crearlo, armarlo  y echarlo a andar a través de su amor por la relojería, su pasión, conocimiento y dedicación  para lograr un armado y un engranaje precisos.

Conecté entonces tan noble labor con la formación de cada uno de nosotros. ¿Qué componentes humanos podrían representar estos importantes engranes que tratados con cautela y ensamblados con atención, paciencia, constancia e interés podrían  favorecer su desempeño íntegro, fuerte, completo?…

VÍNCULOS.

 Vínculos afectivos es la respuesta. Los ENGRANAJES que constituyen. 

Su existencia, calidad y permanencia a lo largo de la vida facilitarán el desarrollo de recursos personales y sociales para salir al mundo y VIVIR INTEGRADOS y capaces de INTERACTUAR. 

Me refiero a la habilidad de ser tolerantes; para desarrollar paciencia, para ser prudentes; empáticos con lo que el otro puede sentir o pensar.  Poder afrontar, resolver, negociar, aceptar o soltar cuando sea sano. Convivir, pertenecer, expresar mis ideas y emociones. Formar parte, creer en mí y creer en el otro;  confiar.  Decidir y ser capaces de elegir teniendo certeza de nuestro valor.  Capaces de ofrecer y al mismo tiempo sentirse merecedores de recibir.

VÍNCULO se refiere a un lazo, a un nexo, a una conexión; que dotada de amor; provee a la persona desde el momento de nacer, de la calma y la seguridad sobre su existencia, la satisfacción de sus necesidades, su cuidado y su contención. 

Un bebé llora para expresar al mundo su necesidad física o emocional. La llegada de mamá mirándolo a los ojos; capaz de abrazar, contener, calmar, acariciar; además de su disposición  para entender y satisfacer la necesidad apremiante; es un ejemplo preciso de la creación  de un vínculo y del impacto para su vida.

Un niño que llora desesperado desde su deseo de conseguir algo; siendo escuchado y validado por algún adulto cercano, que sea capaz de empatizar con lo que le sucede y acompañarlo en la comprensión  y aceptación de un NO; es posible desde el vínculo.

Tú y yo, como adultos tomando decisiones  en la vida, practicando responsabilizarnos y  hacernos cargo de las consecuencias de nuestras acciones, manifiesta vínculos.

Se trata no sólo de ESTAR; involucra PRESENCIA GENUINA, INTERACCIÓN, RELACIONES DE CALIDAD. Tampoco se trata de dar sin medida, significa ESTAR AFECTIVAMENTE PARA SOSTENER, CUIDAR Y TAMBIÉN PARA ESTABLECER LÍMITES DESDE EL AMOR Y EL RESPETO POR EL OTRO.

 VÍNCULOS como engranes, como piezas clave en la construcción de obras de arte, ensamblados cálida y cuidadosamente permitiendo un funcionamiento óptimo. Imaginar a cada niñ@ que llega al mundo como una pieza única que amorosamente podrá formarse para la vida a través de conexiones estables, seguras y duraderas. Y para los que ya llevamos más años caminando, mirándonos como ejemplares finos de relojería; necesitando mantenimiento, desde el reforzamiento de quienes somos, de a dónde pertenecemos, de sabernos merecedores y queridos y, finalmente, capacitados para AMAR. 

¿Cuándo fue tu último mantenimiento?

¿Qué engranes crees que requieren una pronta limpieza, engrasada o incluso ser sustituidos?

¿Qué vínculos están, cuáles necesitan ser reforzados? Para que la existencia y el camino sean más ligeros…

LAURA ALBA SÁNCHEZ

AGOSTO 24 2020

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